Introducción
Los sapos y las ranas han aparecido en mitos, folclore, proverbios y cuentos de hadas en todas las culturas durante muchos siglos. Estos anfibios han sido protagonistas de cuentos infantiles, rituales de muchas culturas y mitos de todo el mundo.
Los artistas se han inspirado en las ranas durante milenios. Arte de la rana del Día de la Tierra para 2013 SAVE THE FROGS! Ganador del Gran Premio del Concurso de Arte Nick Gustafson.
Ranas
En la Europa medieval, Heket, la diosa del agua, a menudo se representaba como una mujer con cabeza de rana. Las ranas también se consideraban el símbolo de Heqit, la diosa partera que presidía la concepción y el nacimiento. Como tal, era común que las mujeres egipcias usaran amuletos de metal en forma de ranas para ganar su favor.
Cada año, cuando crecía el Nilo, aparecían numerosas ranas. Este evento fue vital para la agricultura porque proporcionó agua para campos distantes. Las ranas representaban la abundancia y, por lo tanto, se convirtieron en un símbolo del número hufnu, que significaba 100.000. Muchas culturas nativas colocan pequeñas monedas de rana en sus monederos porque creen que evitan la pérdida de dinero.
En algunas sociedades se cree que tragar ranas vivas cura la tuberculosis y la tos ferina. Según una antigua leyenda británica, llevar una rana seca en una bolsa alrededor del cuello previene los ataques epilépticos. Algunas culturas creen que una rana que entra en tu casa podría tener una maldición, mientras que otras afirman que trae buena suerte. Algunas tribus africanas creen que la muerte de una rana provocará una sequía, mientras que los maoríes dicen que matar una rana puede provocar fuertes lluvias e inundaciones.
sapos
Las tribus olmecas, conocidas por las enormes cabezas de piedra que tallaron en rocas volcánicas, crearon imágenes de un dios sapo del renacimiento consumiendo su propia piel. En muchas leyendas chinas antiguas, el sapo era visto como un mago, maestro de hechizos y embaucador. En muchas tradiciones chamánicas de América del Sur y Central, se utiliza una sustancia alucinógena derivada de sapos y ranas para purificar el cuerpo.
En la Europa medieval, los sapos se consideraban criaturas malvadas cuyas partes del cuerpo tenían poderes extraños. Algunas de estas opiniones fueron formadas por autores de la Roma y la Grecia clásicas, cuyos escritos tuvieron una inmensa influencia en la opinión pública. La obra de Shakespeare Como gustéis alude a una superstición muy difundida, que se refería a una joya que se suponía que se encontraba dentro de la cabeza del sapo. Una vez colocada en un anillo o collar, esta joya, conocida como "piedra de sapo", se calentaría o cambiaría de color en presencia de veneno, protegiendo a quien la llevaba del juego sucio. Además, los sapos asumieron el papel de espíritus malignos que ayudaban a las brujas en sus malvados designios.
En esta cultura los sapos también eran considerados símbolos de los celos románticos. Para muchas culturas, como el antiguo Egipto, las ranas y los sapos representaban la fertilidad y estaban asociados con la renovación y el renacimiento. En la Mesoamérica precolombina, las ranas y los sapos eran vistos como espíritus de la lluvia. Estos anfibios se usaban en muchos rituales que se pensaba que traían las lluvias. La tribu aymara de Perú y Bolivia culpaba a los sapos de las sequías y los castigaba por retener la lluvia.
Los primeros aztecas veían al sapo como la diosa madre tierra, que gobernaba el ciclo de muerte y renacimiento. Los antiguos chinos veían al sapo como una fuerza femenina y la luna era su símbolo. Como tal, muchos cuentos chinos aluden al sapo cuyo rostro solo es visible en la luna llena. También se pensaba que este sapo lunar se tragaba la luna a veces y provocaba eclipses.
Desafortunadamente, los sapos y las ranas tienen una piel permeable, lo que los hace muy susceptibles a la contaminación ambiental. ¿Permanecerán en estado salvaje o solo serán recordados a través de mitos y leyendas? SAVE THE FROGS! está haciendo todo lo posible para garantizar que estos asombrosos anfibios continúen viviendo en la naturaleza y como parte integral de nuestra cultura.